El reloj del campesino
avisa en los gallineros
que del alba los luceros
se alejan por su camino.
El tenue albor matutino
con sus afanes parleros
pregona por los senderos
el radiar del sol andino.
De la leña los tizones
crepitan en los fogones
que alientan el caserío,
y de las humildes chozas
salen al trote las mozas
que van a bañarse al río.