Por Carolina Hoz de Vila - La Prensa - 16/03/2012
Seis especialistas opinan sobre el poder de la lectura y sus beneficios en la sociedad, desde distintos ámbitos.
La
lectura es una práctica que abre mundos a la mente, cuando se incentiva
desde la niñez. En el marco de la conferencia de prensa que dio
apertura a la Primera Feria del Libro Infantil y Juvenil: Hojea, Lee, No
muerde, que tendrá lugar del 7 al 15 de abril en las instalaciones de
Kids Club en Calacoto, algunas autoridades y especialistas en el tema,
recalcaron la necesidad pedagógica de este sano y necesario hábito.
Lectura y tecnología. Yolotzin Saldaña, directora de Promoción Cultural y artística del Ministerio de Culturas, mencionó que “la lectura es una forma de abrirnos al planeta”. Asimismo, acentuó que una forma de motivar la adquisición de este instrumento es por transmisión familiar. “Yo soy partidaria de leer a mis hijos. Veo que muchos padres hacen lo mismo y con buenos resultados”.
Alejandra Adriana Salazar Larico (), diputada plurinacional de la Asamblea de la Niñez de El Alto, destacó que “leer es el timón de nuestro progreso, por eso debería incentivarse más a menudo este oficio”, la pequeña muestra su apoyo a esta actividad y no oculta su deseo de que los niños presten más atención a las letras que a las computadoras o aparatos de juegos.
Recuperar la lectura como un patrimonio esencial del crecimiento cultural es la importancia que da esta joven diputada. No obstante, Salazar Larico vio útil a la tecnología en internet como un arma provechosa de investigación. “A través de las culturas podemos conocer a otras culturas y a nosotros mismos”. Por su lado, Saldaña también ve útil la tecnología, “tenemos que cortar esa brecha digital y forjar un lugar de aprendizaje. No obstante el libro, desde sus orígenes, a miles de años, sigue vigente. Por tanto, no creo que lo virtual lo desplace”. Patricia Navarro, gerente departamental de la Cámara del libro, dice que la tecnología es práctica, “facilita el peso de los libros en viajes y aumenta el grupo de lectores”.
Autoestima es reconocimiento. La escritora y autora de una serie de libros denominada Mitología Indígena de Bolivia, Liliana de la Quintana, destacó que la autoestima de los niños parte de un reconocimiento propio. “Empieza por un reconocerse a sí mismo. Esto permite que todos los niños admitan lo que son, sin miedo a ver la diferencia”. En la actual literatura infantil boliviana, dice la creadora, se aprecian ahora historias de niños indígenas o con capacidades diferentes. “Estas lecturas nos libran de prejuicios y nos acercan a esos mundos de la diversidad. Si bien no solucionan los problemas del mundo, amplían el espíritu”, finaliza la escritora.
Lectura y tecnología. Yolotzin Saldaña, directora de Promoción Cultural y artística del Ministerio de Culturas, mencionó que “la lectura es una forma de abrirnos al planeta”. Asimismo, acentuó que una forma de motivar la adquisición de este instrumento es por transmisión familiar. “Yo soy partidaria de leer a mis hijos. Veo que muchos padres hacen lo mismo y con buenos resultados”.
Alejandra Adriana Salazar Larico (), diputada plurinacional de la Asamblea de la Niñez de El Alto, destacó que “leer es el timón de nuestro progreso, por eso debería incentivarse más a menudo este oficio”, la pequeña muestra su apoyo a esta actividad y no oculta su deseo de que los niños presten más atención a las letras que a las computadoras o aparatos de juegos.
Recuperar la lectura como un patrimonio esencial del crecimiento cultural es la importancia que da esta joven diputada. No obstante, Salazar Larico vio útil a la tecnología en internet como un arma provechosa de investigación. “A través de las culturas podemos conocer a otras culturas y a nosotros mismos”. Por su lado, Saldaña también ve útil la tecnología, “tenemos que cortar esa brecha digital y forjar un lugar de aprendizaje. No obstante el libro, desde sus orígenes, a miles de años, sigue vigente. Por tanto, no creo que lo virtual lo desplace”. Patricia Navarro, gerente departamental de la Cámara del libro, dice que la tecnología es práctica, “facilita el peso de los libros en viajes y aumenta el grupo de lectores”.
Autoestima es reconocimiento. La escritora y autora de una serie de libros denominada Mitología Indígena de Bolivia, Liliana de la Quintana, destacó que la autoestima de los niños parte de un reconocimiento propio. “Empieza por un reconocerse a sí mismo. Esto permite que todos los niños admitan lo que son, sin miedo a ver la diferencia”. En la actual literatura infantil boliviana, dice la creadora, se aprecian ahora historias de niños indígenas o con capacidades diferentes. “Estas lecturas nos libran de prejuicios y nos acercan a esos mundos de la diversidad. Si bien no solucionan los problemas del mundo, amplían el espíritu”, finaliza la escritora.
1 La primera Feria Infantil y Juvenil tendrá shows de títeres, coloquios y actividades interactivas.
12 títulos virtuales de autores nacionales, llamados e-books, lanzó la Fundación Estás Vivo.
